¿Que proyecta tu sombra?

Escalera
Escalera

La sombra en nuestra psique aloja todo aquello que reprimimos inconscientemente, es nuestro lado oscuro. Nuestra sombra, esa parte oscura de nuestra personalidad que contiene las características y atributos que más nos negamos a aceptar como propios.

Contiene aquello que amordazamos como en el relato «El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, es un territorio inexplorado donde habitan los aspectos reprimidos de nuestra personalidad que hemos terminado rechazando por motivos morales, estéticos, sociales o culturales. En la sombra es donde guardamos todo aquello que no aceptamos o no queremos ver, como un trastero en la oscuridad.

Cuando nos acercamos a la conciencia (luz), la sombra se hace más débil y cuando nos alejamos de la conciencia (luz) la sombra se hace más fuerte. Llevar luz a la oscuridad sería integrar los opuestos, mediante una toma de conciencia.

Nuestra sombra se va conformando desde nuestra niñez, con nuestros padres, familia, profesores, cultura, sociedad, en definitiva el entorno o ambiente con lo que está permitido y lo que no está permitido. Tenemos también una sombra familiar y/o colectiva formada por nuestra cultura o sociedad.

¿Como reconozco mi sombra ?

Resulta difícil ver nuestra sombra ya que suele estar proyectada a nuestras espaldas (ser inconsciente) y rara vez nos damos la vuelta para observarla. Para verla tenemos que dar la espalda a la luz para ver que proyectamos.

Una manera de detectar nuestra sombra es observando los excesos, por aquello que admiramos o rechazamos fervorosamente o aquellas actitudes que condenamos en los demás, es decir, observando nuestros espejos.

Solemos reencontrarla en los enfrentamientos desagradables con los demás (nuestros espejos) o por el contrario con aquello que nos hace reír mucho. También en los enfados desproporcionados por los errores cometidos por los demás o por lo que criticamos o damos feedback negativo de los demás.

La reconocemos rápidamente observando aquello que odiamos de los demás, que probablemente nosotros hemos reprimido y enterrado en la oscuridad del trastero de la sombra.

Reconocer este misterioso tesoro que es nuestra sombra (lado oscuro) afrontando e integrándola, podremos utilizar la fuerza del lado oscuro, en vez de seguir negándola para obtener una imagen nuestra más completa fundiendo la luz y la sombra.

Encontramos a la enfermedad como un obstáculo desagradable que intentamos eliminar a toda costa. Como a la sombra, cuando la solución pasa por reconocerla e integrarla.

«Cuentame lo que nunca le dijiste a nadie» Daniel Gambartte