¿Cómo he sido programado?

Rejas
Rejas

Creencias limitantes. Refranes y frases de la familia.

«Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus actos, tus actos se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino» Mahatma Gandhi

Algunos refranes o frases que oímos en nuestra cultura o en nuestras familias ocultan tras de si, una creencia limitante que nos influye inconscientemente en nuestro día a día. La hemos oído tanto que nos la hemos creído sin cuestionar si es así o realmente es una creencia.

Las frases que nos han dicho en nuestra niñez hasta los 7 años más o menos, al no ser filtradas por nuestra mente inconsciente, son como mantras que entran directamente en nuestro inconsciente, programando nuestra forma de ser, creencias y actitudes en la vida.

Algunos ejemplos:

 Refrán o Frase Creencia
A quien madruga, dios le ayuda. Si madrugo, las cosas serán más fácies.
Los ricos son todos unos corruptos. El dinero es malo porque te corrompe.
El dinero no crece de los árboles. El dinero no viene solo y cuesta mucho ganar el dinero.
El dinero trae la felicidad. Si tienes dinero serás más feliz.
Quien algo quiere, algo le cuesta. No puedo desear o aceptar cosas si no me he esforzado para obtenerlas.
Para estar guapa, hay que sufrir. Para estar guapa, has de sacrificarte.
Nadie regala nada. Si te dan algo, te van a pedir algo a cambio, implica que no merezco recibir.
La gente es mala. No te fíes de nadie.
No solo hay que serlo sino aparentarlo. La imagen que damos es importante, lo que piensen los demás es importante.
Más vale pájaro en mano que ciento volando. No sueltes lo que tengas que lo otro tal vez no lo consigas. Coge lo primero que venga. Implica escasez.
Cállate y deja hablar a los mayores. Mi opinión no cuenta, no soy escuchado, implica que no valgo.
Estate quieto y deja de molestar, pórtate bien. Si no me porto bien no me querrán, tengo que complacer para que me quieran, implica que no valgo.

Tomando conciencia de estas frases y las creencias que hay detrás, podemos darnos cuenta de la influencia que han ejercido en nosotros en nuestra vida y podemos revertir esta programación siempre que no estemos satisfechos con su influencia.

¿Qué frases se decían en tu familia? ¿Qué frases te repetían tus padres o los mayores?

Ejercicio de auto indagación

1.     Anota primero las frases que oías en tu niñez por tus familiares, padres o entorno.

2.     Anota a su lado la creencia que hay detrás de esa frase y date cuenta cómo te ha afectado en tu vida.

 Frase Creencia

«Creer es Crear» Anónimo.

«Si no lo creo, no lo veo.» Anónimo

¿Eres actor o director en la película de tu vida?

Gato y pez
Gato y pez

 

Dualidad

En nuestro día a día, alguna vez nos habremos tropezado con situaciones molestas en las que sentimos que se aprovechan de nosotros, nos utilizan, nos engañan, nos mienten, nos agreden, nos ignoran, nos roban, nos discriminan, no nos escuchan y un sinfín de matices más.

Un primer paso para analizar que ocurre en estas situaciones, es preguntarnos sinceramente, ¿que estamos haciendo para mantener esta situación? ¿Cómo estamos participando para sostenerla? ¿Qué debemos comprender de esta situación y que hay que cambiar en nosotros?

En estas situaciones cotidianas, tendemos a proyectar nuestros problemas en los demás, sin pensar que es lo que tenemos que ver nosotros para encontrarnos y ser partícipes de esta situación. Dado que al otro no podemos cambiarlo, si cambiamos algo en nosotros, probablemente ya no se den las condiciones necesarias para mantener esa situación.

Podemos pensar en el mundo de la dualidad, en el que lo que nos ocurre es externo a nosotros, o podemos verlo como en el mundo de la unidad y auto indagar que tenemos que ver con lo que ocurre que es una proyección nuestra.

En las situaciones mencionadas anteriormente, la propuesta seria  observarlas desde nosotros, hablando solo de nosotros con respecto a la situación, es decir, como dejo que se aprovechen de mí, como dejo que me utilicen, como dejo que me  engañen o me engaño yo, como dejo que me mientan o me miento yo, como dejo que me agredan o me agredo yo, como dejo que me ignoren o me ignoro yo, como dejo que me roben o me robo yo, como dejo que me discriminen o me discrimino yo, como dejo que no me escuchan o no me escucho yo.

«Sintoniza el dial que quieres, no el que no quieres. Si no te gusta la música que oyes, cambia el dial y cambiará la música.»

Si no te gusta el peinado que ves en el espejo, péinate tú, y el espejo reflejara tu nueva imagen. Podemos seguir pensando que estamos separados del espejo, ese es el mundo de la dualidad, o darnos cuenta que somos lo mismo y el espejo es nuestro reflejo, mundo de la unidad.

En el mundo de la dualidad, somos actores o víctimas de nuestras circunstancias, en la visión no dual, somos directores o creadores de nuestra realidad. Tenemos que dejar de ser víctimas, como gallinas, que solo comemos el grano que nos tiran, estamos presos del cerco y no podemos volar, para ser águilas, escoger que queremos comer cada día, ser libres  y volar alto por las cimas de las montañas. Creer más en nosotros y nuestro poder de crear nuestras circunstancias.

«Quien mira adentro despierta, quien mira fuera está dormido» Carl Gustav Jung

 

¿ Cómo le afectan las emociones a mi cuerpo ?

Bienestar
Bienestar

¿Te han dicho alguna vez lo de «No te lo tomes así, que te pondrás enfermo”?

Cuando tenemos sentimientos y emociones, se liberan determinadas hormonas en nuestro torrente sanguíneo. Las emociones son movimientos neuroquímicos y de hormonas. Si estas emociones se mantienen durante un tiempo prolongado, pueden afectar y  derivar en desordenes de determinados órganos.

Por ejemplo: Una cebra se percata que es observada por un león que se abalanza hacia ella. La cebra comienza a correr para escapar con una sensación de miedo/peligro o pánico por su supervivencia. Su biología automáticamente, enviará la orden de liberar adrenalina en su torrente sanguíneo para hacer frente a ese aporte extra de oxigeno que necesitarán los pulmones y de acelerar su sistema circulatorio de sangre para alimentar sus músculos en el camino a la escapada. En la naturaleza, este esfuerzo es puntual y por un instante o tiempo determinado. En nuestra forma de vivir moderna, el estar en constante peligro o sentirlo así (stress, problemas en los trabajos, proyectos, jefes o familia), produce el mismo efecto, las emociones harán que se liberen esas hormonas. Si este tiempo es prolongado, es donde pueden aparecer los síntomas o enfermedades, en algunas ocasiones se manifestarán al terminar el stress.

Sentimientos o emociones  etiquetados como negativos como ira, peligro, miedo, ira, tristeza, stress, asco, hacen que se segreguen determinadas hormonas como Cortisol, Adrenalina, etc…

Actitudes como el rencor, rechazo aumentan el cortisol la hormona del stress presente en enfermedades cardio-cerebro-vasculares.

Sentimientos o emociones etiquetados como positivas como amor, bienestar, buen humor, felicidad, placer, hacen que se segreguen hormonas como Dopamina, Endorfina, Oxitocina, Serotonina, etc…

La Serotonina produce tranquilidad, aleja la enfermedad y retarda el envejecimiento celular.

Los sentimientos o emociones no son ni negativos ni positivos, sino que tienen un propósito y una intención positiva en cada momento.

Si estamos atravesando un momento de stress con sentimientos de miedo, pánico, peligro, ira y lo llevamos como una preocupación que nos acompaña constantemente en nuestra mente, es posible que cuando acabe el stress, tengamos como consecuencia los síntomas de malestar o enfermedad de ese sobre esfuerzo que ha aguantado nuestro sistema.

Observando nuestros pensamientos y haciendo que sean positivos reduciremos el malestar,  el stress y el cortisol,  potenciando nuestro bienestar y aumentando la serotonina.

Los pensamientos que tenemos en estas circunstancias, son lo que nos llevan a un sentimiento y éste a una emoción. Observando y controlando estos pensamientos podremos cambiar a voluntad el cómo los percibimos, cambiando como nos sentimos y cambiando la emoción o haciendo que sea menos intensa.

En definitiva, lo que dice el dicho popular de «No te hagas mala sangre, que enfermaras…” según puedes ver en el enlace del video del Alfabeto Emocional del Dr. Hitzig