¿Cómo está tu vaso, lleno o vacío?

Vaso cristal
Vaso cristal

La Percepción

«Nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con el que se mira» Sabiduría Popular.

Percibimos el mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos, básicamente con la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto.

Estos sentidos actúan dentro de unos límites físicos que de alguna manera limitan nuestra percepción, por ejemplo, el espectro de frecuencias (ultravioletas, infrarrojos, Rayos Gamma, Rayos X) visibles y no visibles en forma de  luz y colores que captan nuestros ojos, el rango de frecuencias (ultrasonidos, infrasonidos)  audibles que capta nuestro oído  (20Hz-20KHz) y lo mismo con otros sentidos.

De ahí que algunos animales con sentidos de la vista (águila o el búho), olfato (perros), oído (perro), tacto (gatos) más desarrollados, sean capaces de percibir sucesos que para nosotros pasan desapercibidos. Como por ejemplo los perros que perciben los olores o sonidos, mucho antes que nosotros, murciélagos con un sentido parecido al de nuestros radares que les permite guiarse volando  por cavernas o durante la noche, los gatos con sus almohadillas de sus patas leen el terreno y captan las vibraciones del suelo muy fácilmente.

La información percibida por nuestros sentidos, la pasamos por nuestra mente donde actúan nuestras creencias y valores a modo de filtros que determinaran como evaluamos esta información. De ahí que antes un mismo suceso pueda ser interpretado totalmente de diferente forma, véase por ejemplo un partido de futbol Barça – Madrid, o un mismo evento político entre dos partidos rivales, o un mismo evento percibido por un niño, adolescente  o un adulto, que cada uno lo puede percibir desde su punto de vista, valores y creencias.

Cuestionándote la gravedad de un asunto, puedes darte cuenta que realmente solo yo veo la gravedad en el asunto, los demás no lo ven así, posiblemente condicionado por algún suceso o creencia. Por eso si uno cambia su percepción, cambia el mundo que lo rodea.

«Si no te gusta el mundo que ves y no lo puedes cambiar, cambia tu forma de percibirlo y cambiara tu mundo».

«Depende. De según cómo se mire todo depende…» Pau Dones

 

¿Eres actor o director en la película de tu vida?

Gato y pez
Gato y pez

 

Dualidad

En nuestro día a día, alguna vez nos habremos tropezado con situaciones molestas en las que sentimos que se aprovechan de nosotros, nos utilizan, nos engañan, nos mienten, nos agreden, nos ignoran, nos roban, nos discriminan, no nos escuchan y un sinfín de matices más.

Un primer paso para analizar que ocurre en estas situaciones, es preguntarnos sinceramente, ¿que estamos haciendo para mantener esta situación? ¿Cómo estamos participando para sostenerla? ¿Qué debemos comprender de esta situación y que hay que cambiar en nosotros?

En estas situaciones cotidianas, tendemos a proyectar nuestros problemas en los demás, sin pensar que es lo que tenemos que ver nosotros para encontrarnos y ser partícipes de esta situación. Dado que al otro no podemos cambiarlo, si cambiamos algo en nosotros, probablemente ya no se den las condiciones necesarias para mantener esa situación.

Podemos pensar en el mundo de la dualidad, en el que lo que nos ocurre es externo a nosotros, o podemos verlo como en el mundo de la unidad y auto indagar que tenemos que ver con lo que ocurre que es una proyección nuestra.

En las situaciones mencionadas anteriormente, la propuesta seria  observarlas desde nosotros, hablando solo de nosotros con respecto a la situación, es decir, como dejo que se aprovechen de mí, como dejo que me utilicen, como dejo que me  engañen o me engaño yo, como dejo que me mientan o me miento yo, como dejo que me agredan o me agredo yo, como dejo que me ignoren o me ignoro yo, como dejo que me roben o me robo yo, como dejo que me discriminen o me discrimino yo, como dejo que no me escuchan o no me escucho yo.

«Sintoniza el dial que quieres, no el que no quieres. Si no te gusta la música que oyes, cambia el dial y cambiará la música.»

Si no te gusta el peinado que ves en el espejo, péinate tú, y el espejo reflejara tu nueva imagen. Podemos seguir pensando que estamos separados del espejo, ese es el mundo de la dualidad, o darnos cuenta que somos lo mismo y el espejo es nuestro reflejo, mundo de la unidad.

En el mundo de la dualidad, somos actores o víctimas de nuestras circunstancias, en la visión no dual, somos directores o creadores de nuestra realidad. Tenemos que dejar de ser víctimas, como gallinas, que solo comemos el grano que nos tiran, estamos presos del cerco y no podemos volar, para ser águilas, escoger que queremos comer cada día, ser libres  y volar alto por las cimas de las montañas. Creer más en nosotros y nuestro poder de crear nuestras circunstancias.

«Quien mira adentro despierta, quien mira fuera está dormido» Carl Gustav Jung

 

¿Te preocupan los cambios en tu vida?

Barca de remos

Preocuparse es ocuparse de lo que aún no ha ocurrido y tal vez no ocurra nunca.

Habitualmente nos gusta controlar lo que sucede a nuestro alrededor porque nos da una cierta seguridad tenerlo todo bajo nuestro control. Los cambios suelen ser percibidos como eventos que van a sacudir nuestra vida y como desconocemos si lo que puede venir va a ser beneficioso o perjudicial para nosotros, nos resistimos a ellos y nos agarramos al salvavidas que nos mantiene a flote sin parar a pensar que la mano que nos tienden, puede ser para subir a una nueva embarcación.

El apego a las relaciones, objetos o situaciones que no podemos controlar, nos crea un estado de temor o ansiedad a perderlas, cuando no sabemos si en realidad es lo que necesitamos, dejar algo que ya no nos es útil para quedar libres y recibir algo que sí nos será de utilidad.

El desapego, por el contrario, es reconocer que no sabemos lo que es bueno o malo para nosotros y confiar que la vida nos quita y nos trae lo que necesitamos en cada momento.

El apego implica estar vigilantes y estresados por controlarlo todo para que sea como pensamos que debe ser y éste estado nos traerá problemas si las cosas no son como pensamos que deben ser.

El desapego por el contrario es el «dejar ir» o «let it go» implica fluir y confiar en que la vida me traerá lo necesario en cada momento.

¿Acaso la flor está controlando si habrá sol, tierra o agua para su crecimiento?

¿Acaso la flor tiene que esforzarse en crecer?

O simplemente crece sin esfuerzo cuando se dan las condiciones.

¿Por qué no aprendemos de la naturaleza que simplemente Es y no tiene que hacer nada?

Cuento del campesino chino.

Había una vez un campesino chino, pobre y sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo.

Un día el hijo le dijo:
-¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.
-¿Por qué le llamas desgracia? – respondió el padre – veremos lo que trae el tiempo…
A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo.
-¡Padre, qué suerte! – exclamó esta vez el chico – Nuestro caballo ha traído otro Caballo.
– Por qué le llamas suerte? – dijo el padre – Veamos qué nos trae el tiempo.
En unos cuantos días más, el chico quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo.
El chico se rompió una pierna. -¡Padre, qué desgracia! – exclamó ahora el chico – ¡Me he roto la pierna!
Y el padre, con toda su experiencia y sabiduría, sentenció: -¿Por qué le llamas desgracia? ¡Veamos lo que trae el tiempo! El chico no estaba convencido de la percepción de su padre, sino que gimoteaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

Lo que nos enseña la vida es que lo que consideramos como negativo o una desgracia, con la suficiente perspectiva del tiempo puede ser percibido como algo positivo o una suerte y viceversa, por lo tanto, que hay que desapegarse y aprender de las situaciones que nos trae la vida.