¿ Por qué vuelvo a tropezar con la misma piedra ?

Espiral
Espiral

Probablemente te hayas percatado que tenemos tendencia a tropezarnos con las mismas situaciones o los mismos problemas a lo largo de nuestra vida. Tenemos tendencia a tropezar con la misma piedra.

Haciendo una analogía con el teatro, suele ser la misma manera de percibir un mismo problema, pero cambia el teatro, los escenarios, los actores, pero el título de la obra teatral, es siempre la misma.

Si somos capaces de auto observarnos, esta obra de teatro con la que nos tropezamos repetitivamente en nuestra vida, ya se daba en nuestra adolescencia o infancia en nuestro nido familiar (resonancias familiares) y como no hemos trascendido esa situación, la vida nos da la oportunidad de volvernos a encontrar con ella para poder comprenderla y superarla. Ver Ciclos biologicos memorizados en seccion ¿Cómo me influye la información que heredo de mi familia en las enfermedades?,

 

Reflejo
Reflejo

Lo que vemos incorrecto en los otros o el juicio que hacemos de los otros, es en realidad nuestra proyección.

Por ejemplo, voy por la autopista circulando y siempre me encuentro coches circulando delante mío por el carril izquierdo a menor velocidad y no se apartan, mi juicio es «Que lentos!  Y no se apartan al carril derecho para dejarme paso». Hasta un día que observo que hace meses que no encuentro «lentos» por el carril derecho y me pregunto porque. Me doy cuenta, que he cambiado mi vehículo deportivo por uno más utilitario y que como ya no voy tan rápido, ya no me encuentro con los «lentos». ¿Qué me doy cuenta de mi juicio? Que los demás no eran lentos, yo era demasiado rápido y me encontraba con mis opuestos o mis espejos.

La vida nos enseña a través de nuestros espejos para que nos demos cuenta que hemos de cambiar.

Siguiendo el ejemplo, podemos pensar que «el otro» es el problema o que tengo que ver yo, para encontrarme siempre con «el otro». Podemos cambiar «el otro» por lo que nos moleste «el lento», «el maleducado», «el prepotente», «el desordenado», etc… Para tomar conciencia que «el otro» no es más que nuestro espejo. Observando los espejos que nos trae la vida, comprenderemos que hemos de cambiar para que cambie nuestra percepción y dejemos de tropezar con la misma piedra.

El juicio o proyección que hacemos en los otros, nos permite darnos cuenta que en realidad estamos viendo nuestro reflejo o sombra. Gracias a él, nos permite conocernos mejor y dejar de emitir juicios sobre los otros que en realidad son nuestros. En definitiva son nuestro espejo.

El pensar que estamos separados del espejo, es como pensar que estamos separados de los otros. (La dualidad).

La biblia lo dice en la cita «Vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro».

En definitiva «Lo que decimos de los otros, habla más de nosotros que de ellos».