¿ Cómo le afectan las emociones a mi cuerpo ?

Bienestar
Bienestar

¿Te han dicho alguna vez lo de «No te lo tomes así, que te pondrás enfermo”?

Cuando tenemos sentimientos y emociones, se liberan determinadas hormonas en nuestro torrente sanguíneo. Las emociones son movimientos neuroquímicos y de hormonas. Si estas emociones se mantienen durante un tiempo prolongado, pueden afectar y  derivar en desordenes de determinados órganos.

Por ejemplo: Una cebra se percata que es observada por un león que se abalanza hacia ella. La cebra comienza a correr para escapar con una sensación de miedo/peligro o pánico por su supervivencia. Su biología automáticamente, enviará la orden de liberar adrenalina en su torrente sanguíneo para hacer frente a ese aporte extra de oxigeno que necesitarán los pulmones y de acelerar su sistema circulatorio de sangre para alimentar sus músculos en el camino a la escapada. En la naturaleza, este esfuerzo es puntual y por un instante o tiempo determinado. En nuestra forma de vivir moderna, el estar en constante peligro o sentirlo así (stress, problemas en los trabajos, proyectos, jefes o familia), produce el mismo efecto, las emociones harán que se liberen esas hormonas. Si este tiempo es prolongado, es donde pueden aparecer los síntomas o enfermedades, en algunas ocasiones se manifestarán al terminar el stress.

Sentimientos o emociones  etiquetados como negativos como ira, peligro, miedo, ira, tristeza, stress, asco, hacen que se segreguen determinadas hormonas como Cortisol, Adrenalina, etc…

Actitudes como el rencor, rechazo aumentan el cortisol la hormona del stress presente en enfermedades cardio-cerebro-vasculares.

Sentimientos o emociones etiquetados como positivas como amor, bienestar, buen humor, felicidad, placer, hacen que se segreguen hormonas como Dopamina, Endorfina, Oxitocina, Serotonina, etc…

La Serotonina produce tranquilidad, aleja la enfermedad y retarda el envejecimiento celular.

Los sentimientos o emociones no son ni negativos ni positivos, sino que tienen un propósito y una intención positiva en cada momento.

Si estamos atravesando un momento de stress con sentimientos de miedo, pánico, peligro, ira y lo llevamos como una preocupación que nos acompaña constantemente en nuestra mente, es posible que cuando acabe el stress, tengamos como consecuencia los síntomas de malestar o enfermedad de ese sobre esfuerzo que ha aguantado nuestro sistema.

Observando nuestros pensamientos y haciendo que sean positivos reduciremos el malestar,  el stress y el cortisol,  potenciando nuestro bienestar y aumentando la serotonina.

Los pensamientos que tenemos en estas circunstancias, son lo que nos llevan a un sentimiento y éste a una emoción. Observando y controlando estos pensamientos podremos cambiar a voluntad el cómo los percibimos, cambiando como nos sentimos y cambiando la emoción o haciendo que sea menos intensa.

En definitiva, lo que dice el dicho popular de «No te hagas mala sangre, que enfermaras…” según puedes ver en el enlace del video del Alfabeto Emocional del Dr. Hitzig