
Lo que mantiene la enfermedad, síntoma o situación, es el no ser consciente de que es lo que la ésta nos viene a expresar. Las emociones que nos hemos guardado y no hemos expresado, se han impreso de alguna manera en nuestro cuerpo/biología en forma de síntomas.
¿Qué situación o a quien no hemos perdonado?
La incoherencia entre lo que Pensamos / Sentimos / Hacemos.
El desconocimiento de la relación entre las emociones / conflictos / enfermedades.
Una situación nos lleva a un > Pensamiento y este a un > Sentimiento que nos llevan a una > Emoción que puede derivar en un >Conflicto o Enfermedad.
Detectando el patrón del Pensamiento y Sentimiento podemos cambiar la creencia que lo sustenta y así evitar que se manifieste la emoción y que pueda derivar en un conflicto que podría llegar a manifestarse como enfermedad.
Es probable que estas conductas o patrones nos vengan heredadas de nuestros familiares o ancestros (transgeneracional) y que seguimos perpetuándolas. La enfermedad nos ayuda exponiendo estas conductas a la luz.
Es necesario identificar estas creencias que probablemente no seamos conscientes y cambiarlas para que no derive en emociones negativas que perjudiquen nuestra salud.
Por ejemplo:
Voy en coche y pincho una rueda.
Mi pensamiento o dialogo interior es «Llego tarde a la reunión con mi mejor cliente y mi Jefe, se acabó, me van a echar del trabajo, no podré pagar la hipoteca y el colegio de mis hijos».
Mi sentimiento es «Estoy muy preocupado y agobiado y con ira porque era mi última oportunidad y tenía todo preparado y controlado».
Mi emoción es «Miedo e ira». Llamo a mi jefe por teléfono y se enfada porque llegare tarde y no me atrevo a replicarle para no enfadarle más. En función de como perciba esta situación, cuando se solucione el conflicto/stress podría derivar en un dolor de garganta e inflamación por el miedo y no haber expresado lo que pensaba que era injusto y que todo estaba preparado.
Tal vez si hubiera expresado que la presentación estaba en el servidor de la empresa y que podían empezar sin mí, no hubiera habido enfado del Jefe. Mi creencia de que si replico a mi Jefe se va a enfadar más, me impide comunicarle que el trabajo o presentación esta lista y disponible en la oficina.
Esta creencia de no replicar y comunicarme, posiblemente se haya creado en fases anteriores de mi vida tal vez en la niñez con los adultos, en el nido familiar, en el colegio o por experiencias similares en las que replicar ha sido peor que asumirlo y dar las explicaciones correctas. En este caso es necesario un cambio de creencias para permitirme replicar/comunicarme para trascender estas situaciones que percibo como conflictivas.